martes, 28 de septiembre de 2010

CALLAR POR AMOR O POR SOLUCIoN (cuento)


Caminar es algo de todos los días, sencillamente lógico para cualquier persona del común como es el caso de juan que un día cualquiera salió a caminar no solo pensando en el sino en lo que sus ojos cruelmente habían presenciado ese mismo día, dejando todo atrás sin pensarlo un segundo toma un camino sin rumbo que no sabe hacia dónde lo lleva pues en su mente solo estaba el presente mezclado con algo del pasado y con un futuro que hasta incierto se ve en un panorama fatídico de lo que más quiere en esta vida que es a su familia.
Esa misma mañana la cual estaba nublada escucho como su único hijo  Andrés cuando se burlaba con sus amigos de lo que habían hecho, robarle a una pobre anciana la noche anterior para comprar su vicio e irse a jugar con una fachada ante su padre del niño bueno que ni un plato rompe pues le había dicho que iba hacer unas tares del colegio, cuando  al parecer los rompe todos, Juan en medio de este atormentador panorama vuelve por un momento a la “realidad” recuerda que se fue caminando sin un rumbo fijo y en ese momento sus piernas inician a producirle dolor por su larga jornada en hora buena ve en ese sitio el cual era lo alto de una colina que quedaba al lado de su barrio había una piedra en la cual decidió tomar aire por un momento y organizar ideas acerca de lo que sucedía con su familia la cual estaba a punto de desmoronarse.
Un tiempo atrás algunos de sus vecinos le comentaron al el que su hijo andaba con malas compañías aun así él se resistía a creer aunque su esposa también  le dijo lo mismo su amor de padre le tenía completamente segado de sus últimas actuaciones, pues desde que había empeorado la relación con Carolina su madre el cambio pero su padre no  pensó que tanto hora bien como haría para “encaminar” a su hijo de nuevo pues con todo y eso el e fondo sabía que Andrés era un buen muchacho. Piensa un poco por dos o tres horas sentado allí en el dilema de enfrentar  o no a su propio hijo sabiendo que él lo negaría todo, no lo quería echar de su casa pues no se lo perdonaría, al igual que pensó buscar ayuda con alguno de sus profesores o quienes fueron sus amigos pero pensó que le tacharían de un mal padre y por el tiempo transcurrido que hasta sería un alcahuete. Estando ahí sentado, se le acerca una anciana y le dice – juan sé que estas en problemas pero resuelve los problemas en familia dialogándolo así las cosas se solucionaran, cuando este reacciona es demasiado tarde pues la anciana da media vuelta sin decir más ni menos palabra se marcha dejándolo atónito; por un momento la lucidez vuelve a su mente y decide irse de nuevo  su casa.
Caminando más rápido que de costumbre con el fin de hablar con su esposa y su hijo para buscar la solución en familia enfrentándose a la sociedad con tal de que su hijo se rehabilitara cuando llego a su barrio y era tarde, todo al parecer oscuro, pero con una particularidad pues todos lo miraban de una manera sin igual de pronto él pensó –¿qué paso?, ¿porque todos me miraran así?- aun sus interrogantes no cesaban pero acercándose a su casa vio una multitud inusual en ella, se acercó de pronto vio el peor de sus panoramas su esposa muerta de una manera extraña y aunque aseguraba un testigo irrefutable como el sacerdote del barrio quien aseguraba y juraba por el mismísimo Dios que había sido su propio hijo quien la había matado por defenderse que no le robara lo mucho o poco que tenía en ese momento.
Juan perdió lo que más amaba tomando todas las culpas para su silencio de ese día y por su propio amor de padre no haberle colocado un tajo definitivo a su único hijo.
MORALEJA: No siempre callar es la mejor solución a nuestros problemas

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